domingo, 22 de diciembre de 2013

El Cardenal Belluga

Uno de los personajes más conocidos de la Historia moderna de Murcia es el Cardenal Luis Antonio de Belluga y Moncada, figura eclesiástica y política de primer orden muy relacionado con la Catedral de Murcia y su impulso en el siglo XVIII.

Nacido en Motril en 1662, quedaría pronto huérfanos y al cuidado de sus dos hermanas. Desde esta situación, empezaría su instrucción eclesiástica, desempeñando cargos en las catedrales de Murcia, Zamora y Granada. Su ascenso y consolidación en el mundo político se debió a su apoyo al bando borbónico en la Guerra de Sucesión, lo que le valdría la designación como obispo de Cartagena en 1705 y Virrey de Murcia y Valencia en 1706.


Árbol genealógico del Cardenal Belluga.

Desde esta posición de poder, el Cardenal Belluga ejerció una enorme labor de impulso en la ciudad de Murcia y toda su comarca:
“Impulsó la colonización de nuevas tierras, la fundación de núcleos de población, como las reales villas de San Felipe Neri, San Fulgencio y Nuestra Señora de los Dolores, dándoles término municipal, feligresía y otros privilegios que no prescriben. La mejora notable de los colegios, la creación del Seminario de Teólogos, el saneamiento de pantanos, la construcción de casas-hospicio y hospitales y otros tantos proyectos evangelizadores.”  Fuente.

Plaza del Cardenal Belluga.

Un ejemplo de su apuesta por Murcia es que renunciaría al cargo de Virrey que Felipe V le había otorgado por oposición a la medida de trasladar la capitalidad del virreinato desde Valencia a Orihuela. ¿Por qué? Porque esto fortalecía fuertemente a un enclave político y cultural tal como es Orihuela, demasiado cerca de Murcia y que podía llegar a hacer sombra a los proyectos que el Cardenal tenía para esta última. Tras este desacuerdo, su carrera fue proyectándose sucesivamente hacia el Vaticano. Sería nombrado Cardenal en 1719 por Clemente XI, y abandonaría el Obispado de Cartagena en 1724, trasladándose a Roma, donde murió en 1743 con 80 años.


Retrato anónimo del Cardenal Belluga.

viernes, 13 de diciembre de 2013

La obra de Salzillo en el Museo de la Catedral

Francisco Salzillo (1707-1783) es reconocido en todo el país como uno de los maestros del arte barroco. Este escultor murciano, dedicado por entero a la imaginería religiosa, tuvo un amplio desarrollo artístico que coincide con el reavivamiento de la Catedral de Murcia a mediados del siglo XVIII. Esta relación, casi diseñada para prolongarse en el tiempo, nos da como resultado en la actualidad la presencia de tres de sus obras en el Museo de la Catedral. Estas se encuentran en la Capilla de San Jerónimo, descubierta durante las obras del Museo en 1966 y restaurada posteriormente, en compañía de dos cuadros de José de Vergara, pintor valenciano.

En primer lugar, tenemos el Medallón de la “Virgen de la Leche”, un trabajo de madera labrada y policromada en un soporte elíptico y con un marco dorado y tallado con cortinajes decorativos. En él aparece la Virgen María, de cara infantil, que ofrece su pecho al Niño Jesús, que a su vez juguetea con San Juan Bautista. La composición la completan una nueva y un ángel que aparecen por el fondo. Normalmente se establecen similitudes entre este diseño y el cuadro de Correggio (h.1525) que se expone en el Museo de Bellas Artes de Budapest, y se lo presupone una copia exacta de una pintura existente en la iglesia de San Juan (Murcia), de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII, mientras que la pieza de Salzillo se ubica en la década de 1740.

La segunda pieza es el Crucufijo que se encontraba en el Facisto del Coro de la Catedral, representando la clásica escena de Jesús agonizante, mirando al cielo y quejándose del abandono de su padre omnipotente. Su tenso cuerpo transmite el esfuerzo de elevarse, completando la estampa de su agonía con la boca entreabierta y los ojos angustiosos. A sus pies, aparece una calavera medio devorada por los gusanos. Ha sido blanco de multitud de elogios por su irreprochable exactitud anatómica y su cuidada policromía.

San Jerónimo Penitente, de Francisco Salzillo.
Fotografía: Museo de la Catedral.

La última de las piezas es quizás la obra cumbre del escultor murciano: su San Jerónimo Penitente, que fue trasladado a la Catedral desde el Monasterio de los Jerónimos de La Ñora, para el que fue tallado en 1755. Jerónimo está arrodillado e iniciando el movimiento de polpearse el pecho, con una piedra amenazante en la diestra y un Crucifijo en la siniestra, alarde este último de precisión por la calidad del Cristo labrado. Aparecen también muchos de los elementos típicos de sus representaciones, como la calavera, el león, el libro y el sombrero, siguiendo la tradición iconográfica del siglo XV. Sobre el impacto psicológico y emocional de esta pieza, José Sánchez Moreno escribe: “Fluyen en esta imagen humanidad y santidad; un desnudo portentoso de anatómicos detalles jamás logrados por ningún escultor, y una expresión de vida interior dificilísimas de expresar con los pinceles y casi inabordable con las guías.”

"San Jerónimo" de Palma el Joven (1544-1628).
Ejemplo de la iconografía de San Jerónimo.

Para ampliar:
-Roldán Prieto, A. (1973). Guía histórico-artística de la Catedral y su museo. Murcia: Sucesores de Nogués.
-Sánchez Moreno, J. (1944). Vida y obra de Francisco Salzillo (Una escuela de escultura en Murcia). Murcia: Editora Regional Murciana. Aquí  un fragmento. La Virgen de la Leche se encuentra en la página 147 y San Jerónimo en las páginas 151-152.
-Página del Museo Salzillo.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Breve Historia de la Catedral y su Museo

Imafronte de la Catedral de Murcia.
Fotografía: Andrea Gómez.

En 1243, en pleno proceso de convulsión tras la disolución del Imperio Almohade en la península Ibérica, el emir de la Taifa de Murcia Ibn Hud firmaba su capitulación. El Reino de Murcia, motivo de querellas fronterizas entre las Coronas de Aragón y Castilla, pasaba a los dominios de la segunda, en los tiempos de expansión de Fernando III el Santo y Alfonso X el Sabio. Pronto se restablecería la Diócesis de Cartagena, pasando la sede de la misma a la ciudad de Murcia en 1291, por el temor a los ataques piratas en la costa. Ya desde entonces se producen varios tanteos de reconstrucción de la Mezquita Mayor de época andalusí, iniciando las obras en 1394 gracias al patrocinio del obispo Fernando de la Pedrosa. 

Tras un irregular proceso de construcción, la Catedral se encontraba abierta al público en 1455, siendo consagrada en 1467.

La fachada original, del siglo XVI, de la que muy poco sabemos, fue desechada en el siglo XVIII por la debilidad de su cimentación. Esto supuso que, con la financiación de la Casa Real, el Cabildo, el Obispado y el propio Cardenal Belluga, se erigió entre 1737 y 1754 la fachada actual. El vasto imafronte barroco que seguimos contemplando en la actualidad constituyó un elemento diferenciador y símbolo de los nuevos tiempos en el Reino de Murcia, manteniéndose intacto hasta la actualidad con pequeñas modificaciones en los elementos que la coronan, pero siendo sustancialmente el mismo. Ya por entonces estaban terminadas las otras dos puertas principales: la Puerta de Los Apóstoles es fechables en 1466 y la de Las Cadenas hacia 1512-1515 –aunque está muy alterada por las obras de finales del siglo XVIII-.

La Torre es el otro gran cuerpo arquitectónico de la Catedral, y sin duda uno de los puntos de referencia en el cielo de la capital murciana. Donde en el siglo XIII existía una pequeña capilla, se levantó una pequeña torre que sería demolida a su vez en 1519, cuando se inicia el proyecto de la nueva torre. El proceso, con altibajos, se prolongó hasta 1563, momento en el que estaban construidos ya los dos primeros cuerpos. El proyecto se retomaría en 1754, con la prosperidad económica de Murcia –al igual que el imafronte-, incorporando paulatinamente tres cuerpos más alcanzando una altura total de 90 metros, renunciando a la altura mayor del plan original.

El episodio más reciente de la modificación de la Catedral es el que institucionalmente nos puede parecer de los más interesantes: el Museo de la Catedral de Murcia fue inaugurado en 1956 por impulso del obispo Miguel de los Santos, convirtiéndose desde entonces en uno de los focos principales de la cultura y el arte murcianos. Tras su remodelación y ampliación en 2007 cuenta con una superficie aproximada de unos 1.000m2, renovando su función de aglutinador cultural por su excelente labor de difusión en los últimos años y que continua hasta hoy día.

Museo de la Catedral de Murcia.
Fotografía: Antonio Abellán.

Para ampliar:
-Fernández Molina, F. (2008). Visita a la catedral de Murcia. Murcia: Cabildo de la Catedral de Murcia.
-VV. AA. (2002). Huellas: Catedral de Murcia. Exposición 2002, 23 de enero – 22 de julio. Murcia: Caja de Ahorros de Murcia.
-Morales Marín, J. L. (1986). La Catedral de Murcia. Madrid: Everest.
-Roldán Prieto, A. (1973). Guía histórico-artística de la Catedral y su museo. Murcia: Sucesores de Nogués.
-Catedral de Murcia en wikipedia.

-Museo de la Catedral en murciaturistica.

Fin de semana del arte solidario

Con motivo de las fechas tan señaladas que se avecinan, y en sinfonía con el estado actual de la Región y su población, el Museo de la Catedral de Murcia realiza este sábado y domingo (14 y 15) una actividad especial. La entrada de los visitantes se destinará a financiar un 1 kg o 1 l de alimentos no perecederos por persona, que serán destinados a la fundación Cáritas.

Si estabais esperando a una ocasión especial para visitar el Museo, no dejéis pasar la oportunidad de colaborar este fin de semana con todos aquellos que lo necesitan.

¡Nos vemos!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Conferencia: "Tota Pulchra. Francisco Salzillo y las imágenes de la Inmaculada Concepción"

Esta tarde tendrá lugar en el Museo de la Catedral de Murcia la conferencia mensual organizada por el mismo. Debido a la designación de la Inmaculada Concepción de Francisco Salzillo como pieza del mes de diciembre, la conferencia se desarrollará sobre ese tema a cargo de la especialista Dª María Teresa Marín. Esta profesional, a la que podéis encontrar en Twitter, desempeña actualmente una labor cultural como Directora del Museo Salzillo de Murcia y como diputada del Grupo Popular en la Asamblea Regional. Su labor investigadora se ha desenvuelto sobre todo en los campos de la museografía y la Historia del Arte, con cantidad de trabajos fácilmente accesibles.


Aprovechad la oportunidad. ¡Nos vemos por el Museo, la Catedral y Murcia!

sábado, 7 de diciembre de 2013

"Paseos por la Historia" para los más pequeños.

Ya tenéis en la sección de Material Didáctica y Docente el primero de los tres capítulos de "Paseos por la Historia", un recorrido en el que las máscaras del Sarcófago de las Musas nos contarán la historia de la ciudad de Murcia, su Catedral y su Museo. ¡Estad atentos a las nuevas entregas!


"Los comienzos de Murcia"

"La construcción de la Catedral"

"La creación del Museo de la Catedral"

Puedes seguir aprendiendo con las musas con esta sopa de letras. Extraído de regmurcia.com.

viernes, 6 de diciembre de 2013

El sarcófago romano de las Musas


La entrada de hoy nos lleva a una de las piezas más significativas del Museo de la Catedral y, de lejos, la más antigua. Pues esta pieza, hallada en 1942 en la Capilla de San Antonio de la Catedral, contaba ya con dieciséis siglos a sus espaldas. El sarcófago nos llega por su uso en el siglo XVI, concretamente por el enterramiento del doctor Alonso de Guevara en 1528, lo cual conocemos por una inscripción en un lateral del mismo.

Es su frontal, conservado en el Museo de la Catedral de Murcia el que hace especial a esta pieza por proceder de un sarcófago de época romana. A este los estudiosos lo encuadran en la abundante serie de sarcófagos itálicos adornados con escultura del siglo III d. C., en los que se evoca al difunto en un marco lleno de personajes históricos y mitológicos.

Detalle del relieve de las musas.

 El motivo central y que da su nombre al sarcófago son las musas de la mitología griega y romana que aparecen representadas en él. Estas figuras femeninas se fueron definiendo como un motivo fijo de la mitología clásica, actuando como inspiradoras de las distintas disciplinas artísticas y científicas trabajadas en Grecia y Roma. La mayoría pueden ser identificadas por sus atributos, aunque algunas están deterioradas. De izquierda a derecha tenemos a: Clío (musa de la Historia, con un papiro, aunque bastante dañada), Melpómene (de la tragedia, con una máscara trágica), Euterpe (de la música, con una flauta), Érato (de la poesía amorosa, de atributos difícilmente identificables), Talía (de la comedia, con una máscara cómica), Terpsícore (de la danza, con una lita), Urania (de la astronomía y las ciencias, con una esfera), Calíope (de la elocuencia y la poesía épica, con un stylum) y Polimnia (de los cantos e himnos sacros, sin atributos identificables).

Dibujo de un sarcófago con musas en el Museo del Louvre.

Detrás de estas, aparecen los “maestros” de la cultura antigua: Platón, Homero y Sócrates son seguros, sin embargo, las identidades de los dos restantes están sujetos a hipótesis, siendo dos posibles candidatos habitualmente aceptados Pitágoras y Hesíodo, según la teoría de García y Bellido, uno de los tantos que han estudiado esta rica iconografía. Además de las máscaras tragicomédicas sujetadas por Melpómene y Talía, hay otras tres máscaras por el suelo.

No es el de Murcia el único sarcófago romano que fue reutilizado a lo largo de siglos más recientes. Dentro de ese interés renacentista por los motivos de la Antigüedad clásica, los sarcófagos que abundaban en Italia fueron una de las fuentes principales para recuperar la iconografía y las técnicas de Grecia y Roma. El origen de tal costumbre suele atribuirse al escultor Nicola Pisano (1220-1278), a cuya temprana obra se atribuye ya el impulso de desligarse de influencias góticas y bizantinas, imperantes en su tiempo, para acercarse a este nuevo mundo artístico: el renacentista. Si bien hasta artistas más tardíos como Donatello no veríamos una completa asimilación del estilo clásico, Pisano se plantea como el pionero en un trato clásico de las caras y los pliegues de la ropa, usando sarcófagos romanos como referente.

Tiziano (1515-1516). "Amor sacro y amor profano", con un sarcófago romano.

Para ampliar:
-Morales Marín, J. L. (1986). La Catedral de Murcia. Madrid: Everest.
-Roldán Prieto, A. (1973). Guía histórico-artística de la Catedral y su museo. Murcia: Sucesores de Nogués.
-Noguera Celdrán, J. M. (1993). “Algunas consideraciones sobre el sarcófago con musas y pensadores del Museo de la Catedral de Murcia” en IMAFRONTE, 8-9, 293-311.
-Nicola Pisano en artehistoria.
-http://www.descubriendomurcia.com/el-sarcofago-romano-de-gil-rodriguez-de-junteron/

miércoles, 4 de diciembre de 2013

La Capilla de los Junterones

La Capilla de los Junterones desde el exterior, en 1955.

Este mes de diciembre, el Museo de la Catedral oferta sus visitas temáticas de los sábados en torno a la Capilla de los Junterones de la Catedral, uno de los símbolos del Renacimiento murciano, que se podrá visitar concertando cita previamente.

El dueño de tal construcción fue el religioso del siglo XVI, Rodríguez Gil de Junterón. Este combinaba sus cargos en el Reino de Murcia (como el de Arcediano de Lorca) con su desempeño a las órdenes del papa Julio II como Protonotario Apostólico, un alto cargo entre los prelados de la Curia. Es esta una época de gran desarrollo artístico en las brillantes ciudades italianas, prueba de ello es que este papa “guerrero” (apodado así por sus conflictos con los Borgia) impulsó las nuevas obras de la Basílica de San Pedro y fue el mecenas de artistas tales como Miguel Ángel Buonarroti (encargado del proyecto de San Pedro) y Rafael Sanzio, siendo este último autor del retrato del papa que puede verse junto a estas líneas.

Junterón solicitaría en 1525 el permiso al Cabildo para construir su capilla en un solar anexo a la catedral, de su propiedad, creando un cuerpo diferenciado pero adyacente a esta. Sobre la autoría del proyecto se manejan varias hipótesis, algunas de las cuales pasan por una influencia romana en sus planos. Sin embargo, la opción más plausible parece ser la de que lo realizó el arquitecto y escultor Jerónimo Quijano. Este tomaría en 1526 el cargo de Gran de Obras de la Catedral, por lo que a su desempeño de casi cuatro décadas se le debe la sacristía de la misma y el segundo cuerpo de la torre.

La misma entrada de la Capilla desde el interior anuncia ya el nivel arquitectónico y escultórico al que se trabaja: recibe al visitante un arco del triunfo soportado sobre capiteles jónicos, en cuya clave se encuentra el escudo de armas del papa Julio II y, a ambos lados, el de la familia de Junterón. Si se levanta la vista del suelo tras leer el mensaje grabado “Aquí viene a parar la vida”, se verá una construcción articulada en dos cuerpos, el primero de los cuales es un espacio cuadrangular cubierto por dos cúpulas. La segunda instancia, que ejerce como presbiterio, ha sido muy estudiada y reconocida por el especial estilo de su bóveda, atribuida como el conjunto a Jerónimo Quijano.

Entre la profusa ornamentación de la capilla, pueden destacarse algunos alardes de técnica escultórica, como el retablo que, enmarcado en dos arcos de medio punto, presenta multitud de motivos labrados: mascarones, escudos, bustos, armaduras, etc, que alejan el horror vacui. Otras obras interesantes son el relieve de la Natividad (sus ángeles y pastores en adoración son atribuidos también al propio Quijano) o el conjunto de estatuas de Isaías, San Juan Bautista y las Sibilas entre fustes (con unas estrías helicoidales de inspiración italiana) esculpido por Pedro del Monte en 1592.

Bóveda de la Capilla, con los retablos ornamentados.

Como ya dijimos al principio, esta obra es uno de los más finos productos del renacimiento murciano, pero no el único. Para ilustrarnos sirvan construcciones como la Iglesia de Santiago en Jumilla, cuya reforma llevó a cabo el mismo Jerónimo Quijano; o la Colegiata de San Patricio en Lorca, construida en 1452 por la victoria sobre los granadinos en la batalla de Los Alporchones (Lorca) el día de San Patricio del mismo año.

Escudo de la familia de Junterón en el siglo XVII.

Para ampliar:
-Morales Marín, J. L. (1986). La Catedral de Murcia. Madrid: Everest.
-Roldán Prieto, A. (1973). Guía histórico-artística de la Catedral y su museo. Murcia: Sucesores de Nogués.
-JerónimoQuijano en Wikipedia.
-El Renacimiento murciano en regmurcia.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pieza de Noviembre: Cálices y Orfebrería en el Museo

Noviembre no solo iba a ser el mes de la música. La web de la Diócesis de Cartagena nos informa de que el Museo de la Catedral ha traído a su exposición de manera temporal una pieza de una colección ajena. En este caso, la “pieza del mes” es un Cáliz procedente de la Iglesia de Santiago Apóstol de Lorquí.

Interior de la Iglesia de Santiago Apóstol (Lorquí). Fotografía: regmurcia.com.

Esta obra está atribuida al platero valenciano Gaspar Lleó, que la habría realizado en la tercera década del siglo XVIII. Esta pieza de la platería de la Región está cincelada y repujada en plata, con una decoración que combina trabajo escultórico con los motivos iconográficos de la Pasión y la Eucaristía. No en vano, el año pasado se reconoció el patrimonio de la Iglesia de Santiago Apóstol elaborado por Salzillo declarándolo Bien de InterésCultural, la designación se hizo extensible a este cáliz también.


Es esta buena oportunidad para presentaros algunos de los otros cálices que forman parte de la colección del Museo de la Catedral, existiendo varias piezas de distintos materiales de calidad, con importante ornamentación orfebre y profusión iconográfica. De estas cabría destacar un cáliz de oro que tiene grabadas en el pie las imágenes de Ntra. Sra. de San Fulgencio y San Fernando, producción de algún artista plateresco. Cabe mencionar también un cáliz de plata sobredorada atribuido también a Gaspar Lleó, autor de la “pieza del mes” que, si bien presenta a los cuatro doctores de la Iglesia en su base y tiene una gran riqueza iconográfica, se ha visto afectado por el paso del tiempo, siendo dañado de poca gravedad en el incendio de 1854.

Para no limitarnos a los cálices, es buen momento este para hablar de otra de las piezas orfebres más destacadas del Museo: la Custodia “de las Espigas”. Esta producción de autor desconocido, data de 1782 y su valiosa decoración –con aportaciones de oro, plata, rubíes, esmeraldas y perlas- le vale aparecer en las procesiones del Corpus. Esta pieza tiene, sin embargo, un interrogante sin resolver: en ella se puede apreciar la inscripción “ns-ct-bou”, de significado desconocido para todos nosotros.

Custodia de las Espigas (Museo de la Catedral de Murcia).
Fotografía: regmurcia.com.

Para Ampliar:
-Noticia sobre la declaración de BIC de la Iglesia de Santiago Apóstol de Lorquí.
-“La divinidad escondida”. Sobre el itinerario de la exposición Huellas que trataba de la orfebrería suntuaria.

-Consulta nuestra sección de “Material Didáctico y Docente”.

La música en la Catedral

En este mes de noviembre, el Museo de la Catedral ha basado su planteamiento temático en la música, por celebrarse en este mes la festividad de Santa Cecilia. Esto ha hecho que se realicen los sábados visitas guiadas por los espacios de la Catedral “dedicados el canto, conocer la iconografía musical y los enormes libros para el coro, y ver de cerca el impresionante órgano de Merklin”, como desde la página de la Diócesis de Cartagena nos informan.


Sala capitular y libros del coro. Fotografía: Catedral de Murcia.

Precisamente es el órgano, una de las piezas paradigmáticas de la Catedral, lo que queremos acercaros hoy. Sin embargo, hasta llegar a la pieza que conocemos hoy, la longeva Catedral ha conocido otras muchas estructuras musicales, de diverso valor y calibre. Ejemplo de esto es que, antes de 1465, solo disponían de un órgano portátil de escaso valor que se acabaría vendiendo al Convento de la Madre de Dios. A lo largo de los siglos se irían comprando y reparando sucesivos órganos que, sin embargo, serían dejados de lado y almacenados a mediados del siglo XVIII con el impulso dado a la construcción de la Catedral. La tragedia sobrevino cuando, en 1854, el célebre incendio que afectó a la Catedral, acabó por completo con estas piezas.


En ese mismo momento, el Obispo Mariano Barrio Fernández se movilizaría para conseguir un órgano para la Catedral, contactando con la casa belga Merklin Schütze que, a través del embajador español en París, le haría llegar una gran variedad de modelos y presupuestos. Mediante visitas personales de Joseph Merklin, se cerraría el contrato y el órgano se establecería ya en 1856, siendo inaugurado por todo lo alto, con la asistencia de Maestros de Capilla de toda España y recibiendo el Maestro Merklin la condecoración de la Real Orden de Isabel la Católica.


Desde aquí, os animamos a realizar la visita temática al Museo de la Catedral para contemplar, entre otras cosas, esta pieza tan prodigiosa. Para terminar, os legamos una descripción del órgano que Julián Calvo publicó en 1891: “Este colosal instrumento mide su caja 18 metros 28 centímetros de altura desde la plataforma sobre la que descansa hasta la cruz de su cúpula; 10 metros 29 centímetros por su frente en su base; 5 metros 45 centímetros de fondo por su parte más ancha en el segundo cuerpo: es de roble del norte en su propio color. Tiene cuatro teclados de 56 teclas cada uno, para las manos, y otro con 27 teclones para los pies.” A la izquierda y sobre estas líneas, el dibujo del proyecto que el Cabildo elegiría de entre los proyectos de Merklin, del libro de Enrique Máximo (p. 74).

Órgano Merklin-Schütze. Fotografía: Pablo Pérez Merino.

Para ampliar:
-Daldosso, Jean (2008). Restauración del Gran Órgano Merklin-Schütze de la Catedral de Murcia. Fundación Especial CajaMadrid.
-Maximo, Enrique (1994). El Órgano Merklin Schütze de la Catedral de Murcia. Murcia: CajaMurcia.
-Web: Joseph Merklin en Wikipedia. (Inglés)
-Consulta nuestra sección de “Material Didáctico y Docente”.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Material: Bibliografía para ampliar.

Inauguramos la sección de Material Didáctico y Docente con una selección de algunas publicaciones y artículos sobre el conjunto de la Catedral de Murcia, que atienden en la mayoría de casos al Museo por el patrimonio que contiene, a veces incluso de manera monográfica. A pesar de que aquí exploraremos algunos temas de interés sobre el patrimonio del Museo, esperamos que este material -de fácil acceso especialmente para aquellos familiarizados con la Universidad de Murcia- sacie las curiosidades que suscitemos.

Diagnóstico virtual del Museo de la Catedral de Murcia

I. Presencia en la red.

El criterio “Museo de la Catedral de Murcia” arroja un total de 967.000 resultados en el buscador de google.com, lo que supone un volumen considerable de entradas. Los resultados que nos interesan son los relacionados con contenidos propios del Museo o volcados por la institución en otras páginas especializadas, lo que nos hace descartar noticias y buscadores de ocio.

El problema inicial de la presencia del Museo de la Catedral de Murcia (MCM en adelante) en la red es la ausencia de un espacio propio administrado por la entidad, al margen de los perfiles en las dos redes sociales más influyentes del momento -facebook.com y twitter.com- o el portal wikipedia.org. En lugar de eso, este museo cuenta con una entrada propia en los portales culturales más relevantes de la Región de Murcia, tal como son murciaturistica.es y regmurcia.com, siendo el primero el que contiene mayor información al respecto, por siendo la dirección a menudo referenciada como página oficial del MCM.


II. Evaluación de Contenidos: Aplicación de las TIC.

a)      Aplicación de las TIC
Los recursos audiovisuales que documentan al MCM en los distintos portales mencionados son de un corte convencional y simplista, limitándose a fotografía del patrimonio arquitectónico y museístico del mismo. Otros sistemas de difusión visual más punteros –recreaciones, realidad virtual y aumentada- son completamente inexistentes en las páginas referidas al museo, incluyendo los perfiles de divulgación en las redes sociales que, como el resto, se limitan a la presentación de imágenes. El único vídeo que aparece referenciado en el entorno digital del MCM es un vídeo realizado externamente por Laguiaw.com, que no pasa de ser una recopilación de imágenes de dos minutos de duración. Por lo tanto, en la aplicación de recursos visuales avanzados y herramientas de TIC en sus portales asociados, el MCM suspende por basarse en el convencionalismo de las imágenes.

 1. El video de LAGUIAW, con estadísticas muy discretas.
Pincha en la imagen para ir al vídeo.

b)      Accesibilidad e Interactividad
Otro campo en el que el MCM queda desfasado con respecto a la web 2.0 es en la inexistencia de proyectos de interactividad viables. Si bien la mayoría de los portales no contienen ningún recurso más que las citadas imágenes, la página más compleja, Murciaturistica.es, tiene una sección de “Material Didáctico” en la que, fallando a las expectativas, solo se puede encontrar un enlace para descargar la guía del museo. Si bien este es un recurso útil, no aporta nada nuevo al visitante o usuario del museo, que puede encontrarlo impreso en su visita. Con respecto a la interacción en la web mediante juegos y otros recursos originales, no existe tal posibilidad.

c)      Grado de Actualización Digital
Si bien en todos los portales existen secciones donde se facilita el contacto mediante correo con el museo, la mayoría de los portales no ofrece una verdadera variedad de recursos relacionados. Si es cierto, sin embargo, que el portal Wikipedia.org ofrece en su sección de “Enlaces externos” las direcciones de muchas de las webs que se están mencionando en este trabajo, además del video de Laguiaw.com. En último lugar, cabe destacar que es habitual que las páginas contengan un link a la supuesta página oficial del MCM bajo la dirección www.museodelacatedraldemurcia.com, aunque el portal wikipedia informe de que la Web está “en proceso”.

2. Sección de “Enlaces externos” de la entrada del MCM en Wikipedia.

III. Justificación de la Intervención.

La necesidad de regular el uso de las TIC en el caso del MCM está justificada desde el momento en que reconocemos la importancia del patrimonio que este contiene y su potencial valor turístico y científico. El arqueólogo que intenta velar por la correcta utilización del legado histórico debe mirar más allá de las exigencias básicas en torno a cuestiones tales como el registro y la conservación del patrimonio, competencias lógicas de entidades museísticas. Sin embargo, lo que empuja a realizar una intervención es el impulso a responder una necesidad menos reconocida y, sin embargo, que dar carta de naturaleza al patrimonio de cara al conjunto de la sociedad: su difusión. La interpretación del proceso histórico que los historiadores y arqueólogos realizan se encamina hacia proyectos de divulgación que son complementarios e indivisibles de la correcta difusión del patrimonio. En nuestro caso concreto, el que no se aproveche el tirón presupuestario y propagandístico que la Catedral de Murcia supone para consolidar su museo como una baza cultural a tener en cuenta, hace necesaria esta intervención en materia de TIC, en el que coincidiremos que es un largo camino si, una vez más, constatamos que no tiene una página web propia.


IV. Propuestas de Intervención.

a)      Calidad Pedagógica
La especial configuración del Museo como dependiente de una entidad tan importante como la Iglesia, anexionado a una figura central de la cultura local como es la Catedral de Murcia, hacen que la atención a este como unidad pedagógica quede muy reducida. Aparece más bien como un expositor del patrimonio artístico –aunque eminentemente religioso- relacionado con la iglesia murciana. El portal central de la presencia en la red del museo es el de murciaturistica.es, en el que podría darse uso a las secciones ya existentes de “Talleres infantiles” y “Actividades”, ambas inexplicablemente vacías y que podrían convertirse en puntos de apoyo de la estrategia divulgativa-didáctica del museo, quizás reciclando el potencial relieve cultural del patrimonio artístico eclesiástico, conocido y extenso. Por otra parte, los perfiles en las redes sociales podrían abordar la introducción en los círculos de difusión científica que, sirviendo como conexión entre lo académico y lo aficionado, tienen un gran público interactivo al que podría nutrirse con la generación de materiales didácticos propios.

b)      TIC como herramienta para el Turismo
Se ha ido apuntando durante el trabajo que la mayoría de sitios referidos al MCM están basados exclusivamente en la presentación de las características “turísticas” del sitio, lo que básicamente se reduce al contacto, horarios y precios. Pero hace falta analizar el fenómeno del museo como turismo de una manera más precisa, pero resultaría provechoso insertarlo en itinerarios culturales: a) como parte de un conjunto de museos, se integra en el sistema de la CARM y b) como figura transversal al espacio de la Catedral de Murcia. Sería en este último campo en el que el MCM tiene más posibilidades de expansión por su correspondencia física con uno de los elementos culturales más populares de la Región. Además, con las facilidades que implican las TIC para las transacciones, sería quizás beneficioso para el museo –dándole una imagen más acorde con las tendencias actuales- la comercialización de productos –vía tienda digital integrada en su portal- básicos y favorables a la difusión de su patrimonio, tales como guías completas sobre el conjunto de la catedral y el museo o reproducciones en facsímil o formato póster de obras de relieve contenidas en el mismo.

c)      Estrategias Comunicativas
La creación de una estrategia de comunicación y difusión para el MCM pasa inevitablemente por la creación de un espacio web propio. Es un proyecto complicado y que requiere una especialización y atención considerable, pero por otra parte es el recurso básico para cualquier organización cultural de cierta relevancia. Atendiendo a las ideas de Best practices in Museum Web site design, la creación del sitio web debería plantearse como un proyecto progresivo que, aun basándose en fundamentos muy básicos, responda a las posibilidades de expansión que el mundo de internet ofrece. Toda la estrategia debe diseñarse alrededor de unas cuestiones que es necesario responder:

3. Interacción en redes sociales.

¿Qué? Es necesario crear una página web con dominio propio. Hoy en día esta actividad encuentra todas las facilidades posibles tanto en cuestión de dificultad y multitud de opciones como en la rentabilidad económica. La idea es empezar con un proyecto manejable que se vaya volviendo más complejo a la par que las aptitudes del personal o las posibilidades de financiación lo permiten. Lo cierto es que la administración del sitio puede llevarse fácilmente por la multitud de herramientas online que permiten mejorar el funcionamiento, tanto de cara a la comodidad del administrador como para facilitar la navegación del usuario.

¿Quién? En este apartado hay una pregunta inevadible: ¿está el personal preparado para usar las nuevas tecnologías? Sea cual sea le respuesta, esta es fácilmente enmendable. Las competencias tecnológicas están hoy en día extendidas en sus niveles básicos entre la mayoría de la población. Sin embargo, la especialización de que requiere la administración de un sitio web solo se genera a través de un aprendizaje al que no es difícil acceder bajo ninguna circunstancia, teniendo por descontado la opción del personal profesional dedicado a estas labores, que puede ser contemplado como una opción primaria en la fase de trabajo inexperto.

¿A quién? El público es una variable en torno a la que surgen innumerables variables, a algunas de las cuales es posible responder mediante la multiplicidad y diversidad del sitio web. La estrategia comunicativa debe entender que existen grandes segmentos de público con exigencias distintas: el público infantil –de interés lúdico-, el personal docente –de interés didáctico-, los turistas –de interés informativo y de ocio- y los investigadores o especialistas –de interés científico-. A todos estos niveles deberíamos una vez más respondernos a preguntas tales como “¿entienden nuestro material? ¿tienen un interés real en él? ¿qué grado de simpleza o complejidad buscan en él? Mediante la especialización temática y un diseño atractivo se puede realizar un sitio web solvente y que cumpla sus funciones básicas de difusión informativa.

¿Cómo? La función básica de la web es la transmisión de un contenido que solo puede llegar al público mayoritario conectando con sus intereses y sus gustos estilísticos. Y para llegar a este público hacen falta unas herramientas de promoción sin las cuales el proyecto queda completamente vacuo. La elaboración de material multimedia –entrevistas a responsables, reportajes sobre el patrimonio, reseña de actividades y exposiciones- tiene una fácil difusión mediante portales como youtube.com, que permitiría la inserción de este material en cualquier otro medio. Estos otros serían plataformas tan accesibles como los blog –fácilmente integrables en la dinámica de una web divulgativa- y redes sociales. En este último caso nos encontramos con que ya existen unos perfiles del MCM en twitter y facebook, sobre cuyo estado ya se ha hablado anteriormente en este trabajo. Para el correcto aprovechamiento de las redes sociales es necesario contemplar una estrategia con la que no se renuncie a las cualidades informales de estas plataformas. Una medida sencilla sería la de adoptar –sobre todo en el caso de twitter- una voz individual y personalizada, que no atienda a la estandarizada e institucionalizada, incapaz de transmitir valores atrayentes como la energía o el humor.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

TIC y difusión del patrimonio.

TIC. TAC. TIC. TAC.

No es el sonido de las manecillas de un reloj en una biblioteca silenciosa, sino las señales del atronador sonido de Internet. Que la red ha acercado la cultura y sus opuestos a todo aquel que ha querido hacer uso de ella no se le escapa a nadie, pero pocos de estos usuarios, electores del conocimiento gracias a la democratización de la cultura, conocerán el término "TIC". Con este acrónimo se conoce a las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, cuya definición más ortodoxa es la de “herramientas teórico-conceptuales para procesar, almacenar y presentar información”. Estas y su aplicación específica en la educación –las TAC, Tecnologías del Aprendizaje y el Conocimiento- no son sino el mejor vehículo de comunicación entre el mundo del patrimonio y sus usuarios.

Las nuevas tecnologías han significado profundos cambios en la educación, las relaciones inter-personales y la creación del conocimiento. Sin embargo, es la misma red la que permite publicar un artículo ininteligible para el común de la población y una entrada de blog que, versando sobre el mismo tema, pueda llegar a un público sin ninguna característica concreta. En el caso del patrimonio histórico y cultural, las TIC tienen una relevancia especial, como cauce de difusión de unos trabajos que cada vez más frecuentemente se abstraen de la realidad.

Gráfico sobre la extensión media de las tesis por ramas. Pincha para ampliar.


El gráfico anterior es fruto de un estudio de la Universidad de Minnesota , que clasifica las ramas del conocimiento según la extensión frecuente de las tesis sobre el tema. Como se puede apreciar, Historia y Antropología coronan este ranking. Esto tiene una interpretación muy clara: que la especialización académica de las disciplinas eleva cada vez más el muro que separa al mundo investigador del público común. Las nuevas tecnologías y su capacidad de difusión deberían suponer puertas y ventanas en este muro, con las que, sin renunciar a la calidad académica, se realice una producción intelectual alternativa pero de calidad, accesible para el público interesado.


En este caso, el proyecto mismo del blog está destinado a abrir una ventana del Museo de la Catedral de Murcia hacia el mundo, por la que quepan nativos e inmigrantes digitales. Socialwin, una herramienta de análisis sobre presencia mediática en Internet , publicó recientemente un estudio hecho con diez museos españoles de gran repercusión , tales como el Museo del Prado, el Reina Sofía o el Guggheheim. Según este, a pesar de que gran parte de las instituciones culturales tienen perfiles en facebook y twitter, muchas veces el volumen de “seguidores” es solo producto de un momento concreto de la fluctuación. En otras palabras, que se produce un constante balanceo de cifras entre los nuevos seguidores y aquellos que abandonan las páginas. Los bajos “índices de fidelidad” dan a entender que los museos españoles no se comunican de forma eficaz o atractiva con su público. Sin embargo, tanto las malas estrategias como la falta de estas son un error que puede subsanarse. Inauguramos el blog.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Inauguración del blog.



El objeto del blog es el conocimiento y difusión del Museo de la Catedral de Murcia, instalado en el espacio de la antigua Sala Capitular y el Claustro gótico. Si bien fue inaugurado en 1956 por impulso del obispo Miguel de los Santos, tras su remodelación y ampliación en 2007 cuenta con una superficie aproximada de unos 1.000m2. Su papel como exponente del potencial cultural de la Catedral de Murcia le ha garantizado un puesto preeminente entre las instituciones culturales murcianas.

Este blog es parte de un proyecto realizado por Antonio José Meseguer Gil para la asignatura “TIC para la Historia” del Grado de Historia en la Universidad de Murcia, con el objetivo de crear una experiencia de difusión virtual del patrimonio del Museo de la Catedral de Murcia.

Esperamos que disfrutéis de esta plataforma de difusión cultural. ¡Nos vemos!